En las vacaciones de Año Nuevo, siempre tenemos muchas mandarinas en casa; no puedo imaginar el Año Nuevo sin ellas. No tiro la piel que queda después de pelar las mandarinas. Y en este artículo quiero compartir con ustedes lo que estoy haciendo con él.
Para empezar, quiero decir que antes de pelar y comer una mandarina, la lavo bien en agua caliente con soda. Esto no solo limpia la piel de la suciedad y los microbios que pueden entrar en las rodajas, sino que también ayuda a que la mandarina tenga más sabor. Por cierto, hago lo mismo con los limones (lavándolos).
Luego divido la cáscara en partes pequeñas, la coloco en una hoja de papel o en una bandeja en una sola capa y la seco solo en el alféizar de la ventana a temperatura ambiente. Luego lo puse en un frasco de vidrio.
Cómo lo uso más tarde: puedes agregar un poco a la tetera cuando prepares té; resultará muy aromático y sabroso. Esto es mucho mejor que el saborizante químico del té. Aquí todo es natural.
También puede moler las cáscaras secas en una licuadora y agregarlas a productos horneados y postres.
A veces agrego un poco de cáscara a la compota; resulta muy fragante, el sabor es agradable. Pero normalmente tiro la piel de naranja, es más densa y espesa, amarga.
Así es como utilizo la cáscara de mandarina. ¿Lo tira a la basura o también encuentra uso?
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