Hoy es día de pescado otra vez. Y bacalao a la mostaza.
Sorprendente simplicidad de la receta, a pesar de la larga (aparentemente larga) lista de ingredientes. Y el resultado, a la vez, resulta maravilloso: la salsa neutraliza la sencillez del bacalao y su sequedad proletaria.
¿Un pez pasa de "fu, bacalao" a "ooh, eso es realmente bacalao"?
Y no es necesario informar que tomó el filete de bacalao congelado habitual en un futuro próximo. supermercado, en vez de buscar por toda la ciudad, donde se vende a muchos kilómetros del mar "recién dibujado".
Nosotros tomamos:
- 800 gramos de filete de bacalao
- 1 limón
- 125 ml de leche y crema espesa cada uno, pero si no te importan las calorías, entonces toma la crema en su totalidad, ¡solo sabrá mejor!
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 cucharadas de mostaza no demasiado picante (algo así como bávaro - servirá)
- 1 cucharada de sal de harina
- Sal, pimienta, pimentón y nuez moscada al gusto
- Cucharada opcional de salsa Worcestershire, pero si no la tienes, está bien.
- Perejil y eneldo - también al gusto
Cómo cocinamos:
Precalentar el horno a 220 grados (calor arriba/abajo).
Lavamos el filete, lo secamos con toallas de papel. Exprima el jugo del limón y espolvoree el filete con él. Si hay salsa Worcestershire, engrasa el pescado con ella.
Derrita el resto de la mantequilla en una cacerola, agregue harina allí, fría hasta que esté ligeramente dorada y vierta la crema (o una mezcla de leche y crema). Cocine, revolviendo constantemente, durante un par de minutos.
Agregue mostaza, una pizca de nuez moscada recién rallada, un poco de pimienta negra, pimentón, hierbas picadas y sal a la salsa.
Distribuimos el pescado en una fuente para horno, vertemos la salsa y lo enviamos al horno a 220 grados durante 15 minutos.
¡Buen provecho!