El pollo es ahora la carne más asequible, quizás. Pero para muchos, se convierte en el menos querido, y en absoluto porque sea aburrido.
Los pollos salieron mal hoy. Si comparamos el sabor de las aves del presente con las de hace cinco años, entonces, en la mayoría de los casos, las actuales perderán sabor. Pero en tamaño parecen ganar.
Dirás que estoy atascado, pero creo que el pollo (o mejor dicho, el pollo asado, porque actúan como pollos en los estantes) que pesa más de 1300, máximo 1500 gramos, no es comestible.
Dichos pollos tienen un regusto y un olor muy desagradable, especialmente durante la cocción, y la carne tiene una estructura muy extraña, incluso cruda, mientras que durante la cocción comienza a arrastrarse.
Y estos pollos no tienen sabor a pollo. Y el caldo de esos pollos es asqueroso. Y en general, puro dolor y decepción.
Por lo tanto, el primer error, en mi opinión, es la elección de un pájaro demasiado grande. Los pollos de engorde se sacrifican aproximadamente a los 80 días de edad. Solo piensa en lo que tiene que comer el pájaro, perdón millas por una expresión grosera que se convierte en un acelerador ???
El segundo error se deriva del primero. Se trata de especias, o mejor dicho, su uso excesivo o el uso de combinaciones incorrectas.
El olor y sabor específicos de estas aves requiere un manejo especial. Puede que no me crea, por supuesto, pero el eneldo, por ejemplo, no se puede usar, ¡absolutamente imposible! Solo enfatiza lo que debe ocultarse.
Los condimentos muy fragantes de este tipo de orientación conífera, si puede describirlos de esa forma, como el enebro y el romero, también están contraindicados. Para pollo casero, con carne densa y con olor a pollo, irán. Y la carne de los pollos industriales no es densa. Absorbe demasiado el aroma y el sabor de los condimentos con mucha facilidad. Como resultado, obtienes algo incomprensible para tu gusto.
Para mi gusto, el perejil, el cilantro, la salsa de soja, el jengibre, varios tipos de pimientos, el pimentón, el jugo de limón y la ralladura de limón, el ajo y la cebolla se combinan más o menos con los pollos de engorde. Pero todo esto debe usarse con cuidado.
El tercer error: la elección del método de cocción. Hervir pollos de engorde modernos para obtener caldo se está convirtiendo en un asunto sin sentido. El caldo, no importa cuánto lo intentes, resulta insípido, poco claro, no fragante.
Guisar estos pájaros tampoco es muy sabroso. El mismo olor y sabor a maleza saldrá como nota principal.
Para mi gusto, la única opción es freír y hornear, en el horno, en una sartén, a la plancha... Sin conservar la grasa, primero, y segundo, llevar las pasadas a una costra dorada. Sí, frito no es saludable, dicen. Pero vivir es generalmente dañino. Y al asar bien incluso un asador moderno, puede hacerlo comestible. En primer lugar, el sabor umami quedará bien expresado en el plato (el mismo quinto sabor notorio que tanto le gusta a nuestro cerebro), y en segundo lugar, durante la fritura se liberan muchas sustancias que mejoran el aroma.
Para aclarar, estas son exclusivamente mis observaciones, por lo que no pretendo ser la verdad última.
Por cierto, si comparte sus secretos para domesticar los pollos de engorde de hoy, no estará nada mal.