Ingredientes: galletas, mantequilla, requesón, azúcar o azúcar en polvo, huevos, crema agria, jugo de limón (exprimido de un limón), bayas (arándanos, arándanos) o cualquier otro
Metodo de cocinar:
Triture las galletas en migas, vierta en una taza.
Derrita la mantequilla y mezcle con las galletas. Cubra el fondo de una forma desmontable con pergamino, engrase con mantequilla junto con el costado. Colocamos la base, la nivelamos y la metemos en un horno precalentado a una temperatura de 200 grados durante 7 minutos. Sacar y refrigerar.
Mezcle el requesón con azúcar o azúcar en polvo, agregue gradualmente tres huevos, revolviendo constantemente, mezcle la masa, ¡pero no bata! Si está usando un batidor o una batidora, haga todo a la velocidad mínima, sin permitir que se bata, de lo contrario aparecerán burbujas en la masa y el pastel de queso terminado se verá como un queso agujereado.
A continuación, agregue la crema agria y una cucharadita de jugo de limón, mezcle bien y coloque encima de la masa enfriada.
Nivele suavemente la parte superior para que el pastel terminado se vea hermoso. Agita el molde un par de veces para expulsar las burbujas y rellenar los huecos. Ponemos a hornear en un horno precalentado, 170 grados, durante 50 minutos. Coloque un recipiente con agua en la parte inferior del horno.
El cheesecake no debe estar dorado, está listo cuando el centro se mueve ligeramente al mover la sartén. Refrigera el cheesecake por etapas. ¡Es importante! Inmediatamente después de apagarlo, déjelo en el horno durante una hora con la puerta entreabierta, o más. Luego manténgalo a temperatura ambiente hasta que el molde se enfríe por completo.
Decora con bayas.