Es costumbre jugar con el hígado de pollo. Dicen que el producto no es noble, por lo tanto, no se diferencia en sus altas cualidades gustativas, por lo tanto, es necesario ser tan retorcido para mejorarlo.
Lo mejoran diligentemente: lo cocinan en tomate y salsa cremosa, le agregan frutas y brandy, recientemente me obsequiaron con hígado añejado en Madeira y en salsa con Madeira. apagada... Una opción interesante, por supuesto, porque (sorprendentemente) el hígado de pollo combina perfectamente con la fruta, y la dulzura dulce de Madeira no la perjudicó en absoluto. Pero el sabor, sin embargo, es fuerte para el aficionado, y no incluye este plato en el menú diario.
En mi opinión (esto es exclusivamente en mi opinión) el hígado de pollo es un producto que se puede realizar casi solo.
No puede hacer eso con carne de cerdo o ternera; todos necesitan acompañamiento, al menos de muchas cebollas. Y el pájaro es tierno, no tiene un sabor pronunciado de subproductos, el único inconveniente es que se desmorona, una infección, durante el tratamiento térmico, pero también puedes sobrellevarlo (te diré un pequeño secreto) .
En resumen, hoy cocinaremos un hígado - solo, para el mejor sabor - un poco marinado.
Entonces, tomamos:
Hígado de pollo en sí
Aceite vegetal, en el que lo adobaremos
Sal, pimienta, pimentón dulce, un poco de ajo o cualquier otra especia que crea que sabe bien con hígado de pollo.
Como cocinamos:
Mi hígado mismo, lo limpiamos, y luego ¡voilá! - Llega el momento del sacramento.
Ponemos el hígado en un colador y lo escaldamos con agua hirviendo, después de lo cual lo enviamos inmediatamente a un recipiente con agua helada.
Esto ayudará a eliminar todo tipo de pequeñas cosas malas que estropean el aspecto del hígado y también "fortalece" un poco su estructura.
Se necesita agua helada para que el hígado (se calienta rápidamente) no se lo tome en la cabeza para cocinar parcialmente con nosotros.
Ahora tomamos el aceite, vertimos en él los condimentos que hemos elegido en una concentración arbitraria y enviamos el hígado al aceite, durante quince minutos, tal vez media hora.
Durante este tiempo calentamos el horno a 200 grados, cubrimos la bandeja de horno con papel y, cuando haya pasado como máximo media hora, ponemos encima el hígado.
Cocine en el horno durante unos 20-25 minutos.