Recordé la película "Detente, de lo contrario mi madre disparará". Una vieja comedia con Sylvester Stallone. En mi opinión, fue allí donde escuché la frase de que el desayuno es la comida más importante del día, después del almuerzo y la cena, claro.
Y sabes, estoy de acuerdo con esta afirmación. El desayuno, el almuerzo y la cena son muy importantes. Sobre todo cuando te encanta comer (sabroso), tierno y reverente, y la temperatura fuera de la ventana exige: dale calorías al cuerpo, villano, no te burles de él, ¡de lo contrario te congelarás con este cuerpo!
En resumen, ¿qué te parece la idea de un pastel para desayunar? Por supuesto, alguien lo llamará tortilla, pero los especialistas culinarios (no los nuestros, sin embargo, los extranjeros) llaman pastel de Lorena sin corteza.
Cosas deliciosas, por cierto. Y satisfactorio. Baja en carbohidratos. Solo para el invierno, es hermoso: el cuerpo recibe una carga de esas mismas calorías durante mucho tiempo que son capaces de soportar el frío.
Nosotros tomamos:
- Varias lonchas de tocino
- Cebolla dulce (chalota o Yalta)
- Seis huevos
- 100-120 ml de buena leche grasa
- Un par de cucharadas de queso duro rallado.
- Sal-pimienta al gusto
Bueno, todo tipo de verduras, tanto para decorar como para adornar.
Como cocinamos:
Encendemos el horno a calentar a 180 grados.
Batir los huevos con sal, reservar. ¿Por qué lo necesitas? La sal afecta la proteína por lo que la tortilla será menos... aguada.
Cortar el tocino en trozos, sofreír en un poco de aceite. Mientras sale a chorros, picar finamente la cebolla y enviarla al tocino.
¿Frito?
Dejamos de lado.
Agregue leche a los huevos, ya batidos con sal, y vuelva a batir bien, vertiendo poco a poco el queso duro rallado.
Ahora ponemos al fuego una sartén con tocino y, cuando se recalienta, echamos huevos, leche y queso. Remueve, fríe durante tres minutos, y luego, cuando la masa casi se haya agarrado, ponla en el horno durante 8-10 minutos.
¡Disfrute de su comida!