Galletas de queso en forma de adorables gajos de queso. Estas son galletas increíblemente desmenuzables que literalmente se derriten en tu boca. No puedo evitar que me guste, porque es “¡Sy-y-yr!”, Como dice el famoso personaje de dibujos animados de Disney, el ratón Roquefort.
Deliciosos productos horneados que no requieren mucho tiempo y esfuerzo. Una condición importante: no es necesario amasar la masa durante mucho tiempo para conservar lo más valioso que contiene: pequeños trozos de mantequilla, que ayudarán a crear esa estructura muy desmenuzable.
Ingredientes:
- Mantequilla (fría) - 100 g
- Queso semiduro - 100 g
- Harina de trigo - 100 g
- Yema de huevo - 1 ud.
- Sal - según sea necesario
- Pimentón (molido) - al gusto
- Pimienta negra (molida) - al gusto
Especias: al gusto, pero puede prescindir de ellas por completo. Si el queso no está muy salado, es posible que necesite una pizca de sal.
Use un cuchillo para picar harina y mantequilla fría en una superficie de trabajo. Agregue la harina en 2-3 pasadas. Debería obtener una miga de harina de aceite.
Transfiera la miga resultante a un tazón adecuado. Agregue queso finamente rallado y especias. Mezclar todo.
Luego agrega la yema y amasa rápidamente la masa.
No amasar la masa por mucho tiempo; deben quedar pequeños trozos de mantequilla en ella. Esto es lo que le dará la textura quebradiza a la galleta terminada.
Envuelva la masa en una envoltura de plástico y refrigere durante 40-60 minutos. Este tiempo es suficiente para el aceite que comenzó a derretirse durante el amasado y se solidificó nuevamente.
Encienda el horno para precalentar a 180 grados, cubra una bandeja para hornear adecuada con pergamino. Estirar un trozo de masa en un círculo de unos 5 mm de grosor y cortar en gajos.
Use un tubo de cóctel para hacer agujeros. ¿Parecen pequeñas rodajas de queso?
Transfiera los espacios en blanco a la bandeja para hornear preparada, colocando las futuras galletas a una distancia corta y envíelos a hornear durante 10-12 minutos o hasta que estén tiernos.
La masa se comporta bien en el horno, no se arrastra, solo aumenta ligeramente de volumen.
Deje enfriar las galletas terminadas y sírvalas.
¿Con que servir las galletas de queso? Sabe bien por sí solo. Puedes ofrecerle un vaso de leche aromática café o té, un vaso de cerveza y hasta jugo de tomate.
Gracias a los diminutos trozos de mantequilla fría que quedaron en la masa después de amasar, la estructura de las galletas de queso resultó ser escamosa y quebradiza.
Un procesador de alimentos es perfecto para amasar masa. Hará todo más rápido y la mantequilla no se derretirá de las manos calientes. ¡Pero es de la masa mezclada a mano que obtienes los pasteles más conmovedores!
¡Buen provecho!
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Buena salud e inspiración culinaria :)