Cuando todavía era estudiante, todos los veranos cocinaba solo un plato de calabacín: estofado. No porque no pudiera hacer nada más, sino porque solo a mí me gustaba. Ahora ya no cocino un guiso así, estoy cansado, pero cocino un paté casi todos los días. La receta es muy sencilla, y lo que es especialmente agradable, no requiere mucho tiempo y dinero.
Para preparar un paté de este tipo, primero debe hornear el calabacín en el horno. Lo corto en cubos pequeños, le agrego 5 dientes de ajo, le agrego un poco de aceite vegetal, le agrego sal, pimienta negra y mis especias favoritas.
Lo envío al horno durante 30-40 minutos, horneo a 180 grados.
Luego transfiero el calabacín listo para usar y ligeramente enfriado a otro recipiente y agrego el queso Druzhba procesado, cortado en cubos.
Muele todo con una batidora de mano. Añado unas cebolletas y vuelvo a picar. Cuantas más cebolletas tenga el paté, más afilado y picante será.
Debería obtener una masa lisa homogénea con motas verdes. Ahora es importante enfriarlo, porque el paté es mucho más sabroso cuando está frío.
Ingredientes:
- Calabacín 200 gramos
- Ajo 5 piezas
- Queso fundido "Druzhba" 1-2 piezas
- Cebollas verdes
- Aceite vegetal, sal y especias para hornear.
¿Qué te parece la receta? Vas a cocinar?
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¡Estar sano!