El plato combina increíbles beneficios y un gran sabor. Las gachas de maíz cocidas en leche resultan muy tiernas en sí mismas, pero la adición de calabaza hace que su sabor sea más expresivo y su color más brillante. Esto es ideal para el desayuno: llenará el cuerpo con los nutrientes necesarios para comenzar el día con energía. El plato de color sol también es muy popular entre los niños pequeños.
Ingredientes:
- Sémola de maíz - 100 gr.
- Calabaza - 250 gr.
- Leche - 300 ml.
- Agua - 250 ml.
- Mantequilla - 30 gr.
- Azúcar - 1 cucharada
Cómo cocinar:
Prepare el producto de acuerdo con la lista.
Enjuague la sémola de maíz varias veces con agua fría. Retire cualquier residuo que flote a la superficie.
Vierta los cereales en una cacerola, llene con una nueva porción de agua, prenda fuego.
Reducir el fuego después de hervir. Cocina los cereales hasta que el líquido desaparezca por completo, unos 5-7 minutos, revolviendo de vez en cuando.
Prepare la calabaza al mismo tiempo: pele, retire las semillas y las venas, ralle en un rallador grueso.
Después de un tiempo, vierta leche tibia en la sémola de maíz para que la cubra por completo.
Agrega las virutas de calabaza y mezcla bien.
Hierva, luego reduzca el fuego a bajo. Agrega el azúcar granulada. Cocine la papilla durante los próximos 30 minutos. Cubre la cacerola con una tapa para evitar que salpique. Al mismo tiempo, revuelva el plato constantemente, sin salir de la estufa, de lo contrario la capa inferior se quemará.
Después de un tiempo, la papilla alcanzará la consistencia deseada y la calabaza se volverá suave, casi hervida en puré de papas.
Enfríe la papilla, mientras la revuelve periódicamente para que no se forme una película densa en la parte superior. Al servir, agregue aceite y espolvoree con semillas de calabaza.
¡Buen provecho!
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Buena salud e inspiración culinaria :)